Español 
Carrito
No hay más productos en tu carrito
- Noticias
- 119534 views
Un buen sistema de audio debe ser entendido como una inversión a largo plazo dada la durabilidad de sus componentes, pues aunque con frecuencia se lanzan nuevos dispositivos, su obsolescencia es mucho más tardía que la de otros aparatos como, por ejemplo, los smartphones. ¡Unos buenos altavoces pueden seguir sonando igual de bien después de una década!
Todos los componentes de un equipo de audio se pueden ir cambiando poco a poco para mejorar el conjunto, a medida que las características lo demanden o el bolsillo lo permita, hasta haber conformado uno que se adapta a las expectativas de su dueño. Por eso es recomendable acudir a minoristas especializados en HiFi, al ser quienes mejor pueden aconsejar en la compra de partes de estos equipos para obtener no solo la mayor calidad de audio, sino también asegurarse de que lo que se desea comprar funcionará adecuadamente con el resto de partes ya adquiridas.
Encuentra una tienda especializada cerca de ti »
En cualquier caso, contar con una instalación de audio de gama alta es un motivo de orgullo y no son pocas las ocasiones en las que apetece sacarle partido. Ya sea para disfrutar de la calidad del mismo o para mostrarle a un escéptico sobre la calidad del sonido que la diferencia queda patente.
Por eso, desde Sound&Pixel Planet hemos decidido traeros la propuesta de Home Theater Review, que ha preguntado a sus expertos cuales son las canciones que emplean para poner a prueba los equipos de sonido estéreo y también hemos creado una playlist en Spotify » para que tengáis todavía más fácil el acceder a estos temas.
Hablamos de sonido estéreo, es decir, de dos canales porque aunque el término se suele emplear - equívocamente - para todos aquellos equipos que emplean más de un canal, solo sería posible comprobar la solvencia de un equipo Home Cinema con los siguientes tracks de tenerlos en formato Blue Ray o DVD, como sería el de un concierto. Ya que solo estos, aunque no todos, están adaptados para sacar partido a sistemas 5.1 o 7.1, por ejemplo
Canciones para probar tu equipo de sonido
Moby – Everloving
Andrew Robinson explica que emplea mucho esta canción porque cuenta con grandes movimientos, así como textura y capacidad envolvente. También muestra la dinámica en conjunto, con especial énfasis en los agudos. Los buenos sistemas de audio son capaces de capturar la fluidez y delicadeza de las altas frecuencias a medida que se suceden, en un espacio “verdaderamente tridimensional”. Mientras tanto, los equipos de menor categoría rebajan los agudos y ensucian los bajos, haciendo que los graves se pierdan.
Si tu equipo funciona bien:
- La reverb de la guitarra debería extenderse sin cortarse en los canales laterales.
- Los agudos deben sonar aireados, sin chasquidos ni sibilancias.
- La escena debe sentirse ancha y profunda, no plana.
Si tu equipo falla:
- Los sistemas modestos tienden a recortar los agudos y “apretar” los bajos, volviendo el grave difuso.
- El tema pierde espacialidad y parece más seco y cerrado.
Mike Oldfield – Serpent Dream
Andrew Robinson destaca que Tubular Bells III es, en conjunto, un álbum perfecto para evaluar un sistema de sonido, y “Serpent Dream” es una de las pistas más completas para hacerlo. Desde los primeros segundos, la canción revela con claridad los puntos fuertes y débiles de cualquier equipo: es rápida, muy detallada, con capas de guitarra, percusión y efectos que exigen tanto control como precisión.
Un buen equipo reproduce la pista con coherencia, textura y energía sin perder definición; uno mediocre tiende a desordenar el escenario, endurecer los agudos o descontrolar el grave.
Si tu equipo funciona bien:
- Ataque de las guitarras: los transitorios deben sonar limpios, sin borrosidad ni cola artificial.
- Separación de instrumentos: cada capa debería mantenerse distinguible incluso en los pasajes más llenos.
- Cambios dinámicos: la canción alterna momentos suaves y otros más intensos; el equipo debe responder sin comprimir ni hacer sonar la mezcla plana.
- Profundidad de la escena: las guitarras y percusiones deberían sentirse en planos distintos, no amontonados en el centro.
Si tu equipo falla:
- Sonido “apelmazado”, especialmente en los pasajes complejos.
- Agudos fatigantes o ásperos cuando entran las guitarras más brillantes.
- Pérdida de energía rítmica: la pista suena plana, sin pegada.
- Grave descontrolado o difuso en las capas inferiores.
Barenaked Ladies - I Love You
Esta pista, ligera y con cierto espíritu jazz, es una excelente herramienta para evaluar tanto la musicalidad como la precisión de un sistema de sonido. La grabación está muy bien ejecutada: combina contrabajo, voces múltiples, pequeños detalles rítmicos y cambios rápidos que ponen a prueba la agilidad del equipo.
Según Robinson, es una canción divertida y pegadiza, pero también sorprendentemente reveladora. Su mezcla reparte voces y efectos a lo largo de todo el espectro estéreo, lo que facilita detectar si un sistema mantiene buena separación, estabilidad y coherencia.
Si tu equipo funciona bien:
- El contrabajo: debe sonar con cuerpo pero sin volverse boomy. Cada nota tiene que ser distinguible, no un simple murmullo grave.
- Las voces distribuidas por el estéreo: la canción contiene múltiples capas vocales; un buen equipo te permite ubicar cada una sin esfuerzo.
- Los cambios rápidos y la microdinámica: pequeñas variaciones de volumen y ritmo deben conservar su claridad.
- Claridad en los medios: las voces principales no deben sonar ni hundidas ni excesivamente brillantes.
Si tu equipo falla:
- El contrabajo se vuelve difuso y tapa parte de las voces.
- Las voces laterales se agrupan hacia el centro o desaparecen.
- La mezcla suena plana: pierdes esa sensación viva y juguetona que caracteriza la canción.
- Los transitorios (golpes rápidos) se sienten lentos o borrosos.
Audioslave – Show Me How to Live
Para el especialista Jerry Del Colliano, se trata de “uno de los mejores temas de rock’n’roll de la historia reciente, perfecto para una demostración de equipos de sonido". La voz inconfundible de Chris Cornell, combinada con las guitarras saturadas y la batería contundente, exige que el sistema mantenga estabilidad incluso cuando la mezcla se vuelve densa.
Un buen equipo reproduce la rudeza del rock sin convertirla en caos: la distorsión debe sonar “intencionada” y con textura, no como ruido sucio añadido por el propio sistema. Además, la pista pone a prueba la pegada del bombo y la claridad en los medios, donde se concentran la voz y buena parte de las guitarras.
Si tu equipo funciona bien:
- La distorsión de guitarra: texturada, no granulada o áspera de más; un mal equipo añade dureza artificial.
- El bombo: debe golpear con firmeza sin enturbiar el resto de la mezcla.
- Separación en los estribillos: cuando todo entra a la vez, aún debería distinguirse cada elemento.
Si tu equipo falla:
- La distorsión se vuelve fatigante y agresiva en mal sentido.
- La voz pierde presencia o se hunde detrás de las guitarras.
- El bombo inunda la mezcla o, al contrario, suena pobre y sin pegada.
- Todo se comprime en los estribillos, como si no hubiera espacio entre instrumentos.
No Doubt - Hella Good
“Hella Good” es una pista fantástica para evaluar ritmo, control de graves y precisión en la mezcla. Su producción combina una base electrónica muy marcada, líneas de bajo profundas y un groove que depende en gran medida de que el sistema mantenga buen control rítmico. Si un equipo flaquea en articulación del grave o en velocidad de respuesta, esta canción lo delata enseguida.
Si tu equipo funciona bien:
- El bajo principal: debe sonar firme, definido y con buena textura. Nada de “bola” o retumbo.
- El groove rítmico: el equipo debe seguir el tempo con precisión, sin sensación de lentitud ni arrastre.
- La voz de Gwen Stefani: siempre centrada y clara, sin perderse cuando entra el bajo.
- Los elementos electrónicos abiertos: detalles laterales que deberían sentirse bien situados en el estéreo.
Si tu equipo falla:
- El grave domina demasiado, tapando voces y percusiones.
- El ritmo pierde pegada y suena “blando”, como si el equipo no reaccionara a tiempo.
- La mezcla se vuelve caótica en los momentos más intensos.
- La voz suena apagada o hundida en el centro, sin destacar.
Pink Floyd - Welcome to the Machine
Según Del Colliano, todo audiófilo que se precie conoce a Pink Floyd y especialmente este tema. Asegura que aunque él emplea el SACD, muchos usuarios indican que el álbum en Blue-ray suena incluso mejor. Sin duda, una canción que puede suponer una prueba de fuego para cualquier equipo de sonido, ya que cualquier fallo en este quedará rápidamente expuesto.
Si tu equipo funciona bien:
- Movimiento lateral de los efectos electrónicos: deben desplazarse suavemente de izquierda a derecha, sin saltos ni pérdidas.
- La profundidad de la escena: la maquinaria y texturas deben sentirse tanto delante como detrás, no solo en dos planos.
- La voz de Gilmour: centrada, ligeramente adelantada y con un carácter casi metálico, sin sonar áspero.
- Detalles mecánicos: chasquidos, respiraciones sintéticas y ruidos de fondo que un equipo bueno revela con claridad.
Si tu equipo falla:
- La escena sonora se vuelve plana, sin sensación de inmersión.
- Los movimientos laterales se sienten abruptos o confusos.
- La voz pierde cuerpo, suena demasiado seca o agresiva.
- Los detalles más finos desaparecen, dejando la canción “desnuda” y menos envolvente.
Pixies – Where is my mind
Aunque se trata de una de las canciones insignia de la banda Sonora, el experto Ken Taraszka, asegura que la totalidad de la OST de la película, así como el film en sí, es una joya para probar equipos de sonido al contar con movimientos sonoros rápidos, efectos muy cuidados y buena dinámica con muchos graves para sacar a relucir el subwoofer.
Si tu equipo funciona bien:
- La voz principal: debe sonar centrada, clara y estable.
- La guitarra rítmica: ligeramente desplazada, con textura definida.
- Los coros etéreos: deben abrirse en el estéreo, no quedar pegados al centro.
- El equilibrio general: la mezcla debe sentirse ligera pero no vacía.
Si tu equipo falla:
- La voz se mezcla demasiado con las guitarras.
- Los coros pierden aire y espacio.
- La canción suena demasiado “afilada” o demasiado apagada.
- Se pierde la sensación de apertura y frescura del tema.
Puscifer – Rev 22:20 (Dry Martiny Mix)
Los álbumes de esta banda están repletos de un piano discordante, unos graves sólidos y enormes cambios dinámicos. Si un sistema de audio es solvente con los graves pero también responde bien a los cambios dinámicos raudos, esta canción lo demostrará sin lugar a dudas.
“Todos los álbumes de Puscifer está increíblemente bien grabados”, asevera Taraszka.
Si tu equipo funciona bien:
- El grave principal: debe ser profundo, tenso y bien definido.
- La voz: centrada y con una presencia casi susurrada, sin perder claridad.
- Efectos electrónicos: muchos se mueven lateralmente y deben ser fáciles de localizar.
- Ambiente oscuro: un equipo competente revela capas ocultas de textura.
Si tu equipo falla:
- El grave se vuelve boomy o descontrolado.
- La voz queda enterrada bajo las capas electrónicas.
- La atmósfera pierde intensidad y se vuelve plana.
- Los detalles espaciales se confunden o desaparecen.
Ike Quebec – Liebestraum
Según la periodista de la web especializada en equipos de sonido Home Theater Review, Terry London, Liebestraum y el disco que la contiene – Bossa Nova Soul Samba – es uno de los mejores discos de jazz romántico de todos los tiempos. Aúna al saxofonista Ike Quebec con Jenny Burrel en la guitarra y el batería latino Willie Bobo, además de un bajista. Su sonido es rico y cálido, lo que permite probar los agudos y timbres que es capaz de reproducir un equipo de sonido.
Si tu equipo funciona bien:
- El saxofón: debe tener cuerpo, calidez y un timbre natural.
- El piano: con ataques claros y cola suave.
- El contrabajo: notas definidas, no un murmullo.
- La escena íntima: debe sentirse cercana, casi como una actuación en un club pequeño.
Si tu equipo falla:
- El saxofón suena demasiado brillante o nasal.
- El contrabajo pierde definición y se convierte en un fondo difuso.
- La escena se aplana y pierde esa sensación íntima.
- La grabación suena más fría o metálica de lo que debería.
Johnny Griffin – Grab this!
Este tema de hard bop es perfecto para evaluar agilidad, articulación y coherencia en instrumentos acústicos rápidos, especialmente el saxofón tenor de Griffin, que es rápido, limpio y lleno de matices. La batería y el contrabajo sostienen un ritmo vivo que deja en evidencia si el sistema es capaz de seguir el tempo sin emborronar los transitorios.
En un buen sistema, cada instrumento conserva su carácter propio y la mezcla respira; en uno mediocre, todo se compacta y pierde la vivacidad típica del jazz de esta época.
Si tu equipo funciona bien:
- El saxofón: ataque limpio, sin asperezas ni endurecimiento.
- El contrabajo: notas definidas, sin arrastre ni exceso de resonancia.
- La batería (especialmente platillos): deben sonar aireados, no chillones.
- Separación instrumental: debe sentirse como un pequeño conjunto tocando en directo.
Si tu equipo falla:
- El saxofón suena agresivo o nasal.
- El grave del contrabajo se vuelve turbio.
- Los platillos se sienten metálicos en exceso.
- La mezcla se escucha demasiado plana, sin energía ni presencia.
Godsmack - Batalla de los Tambores
Como explica el especialista Brian Kahn, esta pieza incluye un duelo de solos de batería muy dinámicos en el rango medio y que llegan hasta lo grave. Con un equipo de sonido bien balanceado, “los tambores rápidamente atacarán e impactarán con distintas notas”. Si a eso se le suma la alta resolución, será posible distinguir diversos ritmos interpretados por cada batería sin, ni siquiera, superponerse el uno al otro.
Si tu equipo funciona bien:
- Impacto de los tambores: golpes secos, definidos y con buena profundidad.
- Ambiente natural: debe sentirse el aire del espacio alrededor de cada golpe.
- Control del grave: resonancias profundas sin volverse “bola”.
- Dinámica: variaciones claras entre golpes suaves y ataques potentes.
Si tu equipo falla:
- El grave retumba o se descontrola.
- Los golpes pierden precisión y parecen más lentos.
- La atmósfera se aplana: parece una grabación seca y sin vida.
- Aparece distorsión en los picos de volumen.
Eiji Oue feat. Minnesota Orchestra - Dance of the Tumblers from the Snow Maiden
Una grabación orquestal perfecta para poner a prueba escena sonora, escala, claridad en pasajes complejos y capacidad de resolución. La pieza es rápida, llena de capas orquestales simultáneas: cuerdas vivas, metales brillantes, percusión y maderas que entran y salen constantemente.
Aquí, un buen sistema debe crear una escena amplia, profunda y bien organizada, donde cada sección de la orquesta se sitúe de manera clara sin perder energía ni musicalidad.
Si tu equipo funciona bien:
- Distribución de la orquesta: cada sección debe sentirse en su sitio: cuerdas delante, metales detrás, maderas centradas.
- Brillo de los metales: claro pero no estridente.
- Cuerdas rápidas: deben sonar con agilidad, sin volverse borrosas.
- Escena amplia: no solo izquierda-derecha, también profundidad.
Si tu equipo falla:
- La orquesta se vuelve un “bloque” indistinguible en los pasajes rápidos.
- Los metales suenan demasiado agresivos.
- Las cuerdas pierden textura o se sienten ásperas.
- La escena se aplana y pierde esa sensación cinematográfica.
Paula Cole- Tiger
“Tiger” es excelente para evaluar dinámica, tensión sonora y claridad vocal. La producción combina una voz muy presente con una base rítmica marcada y efectos ambientales que exigen precisión en la reproducción. La intensidad va creciendo, así que es una canción ideal para comprobar si el equipo mantiene el control cuando la mezcla se vuelve más potente.
Si tu equipo funciona bien:
- La voz: centrada, con textura y sin sibilancias excesivas.
- Los golpes de percusión: deben ser firmes pero controlados.
- Capas ambientales: efectos laterales que añaden profundidad.
- Transiciones dinámicas: la canción debe crecer sin distorsión ni compresión.
Si tu equipo falla:
- La voz se vuelve demasiado brillante o agresiva.
- La percusión satura en los momentos más intensos.
- La mezcla pierde profundidad y se vuelve plana.
- Los detalles vocales finos desaparecen.
Holly Cole – Train Song
La canción cuenta con un buen bajo acústico, esas notas deben resultar fluidas y detalladas. Muchos sistemas tienden a difuminar los detalles del instrumento de cuerda en las frecuencias bajas, con lo que este tema es perfecto para comprobar si el propio cumple sus expectativas.
Si tu equipo funciona bien:
- El contrabajo: grave profundo, bien articulado, sin “bola”.
- La voz de Holly Cole: íntima, centrada y cálida.
- Espacio sonoro: debe sentirse un ambiente cavernoso y envolvente.
- Transitorios: cada golpe del contrabajo debe ser rápido y claro.
Si tu equipo falla:
- El grave se vuelve excesivo y tapa la voz.
- La voz pierde presencia y suena distante.
- La atmósfera deja de sentirse profunda.
- Los transitorios se vuelven lentos.
Elvis Presley - "Fever" (Elvis is Back)
Esta reedición concreta de Fever está muy bien grabada, al contrario de otras remasterizaciones.
En un buen sistema de sonido es fácil escuchar los detalles más nimios sobre el chasqueo de dedos de Elvis, así como otros ruidos de fondo que dan a este tema un aura muy intimista. La voz de El Rey y como los instrumentos de fondo deben de estar situados correctamente en el espacio sonoro cuando un sistema está funcionando a su máxima capacidad.
Si tu equipo funciona bien:
- La voz de Elvis: rica, cálida, muy centrada y estable.
- Los snaps rítmicos: secos y definidos, sin chasquidos artificiales.
- El contrabajo: notas claras, no un rumor grave.
- Espacio íntimo: sensación de actuación en estudio pequeño.
Si tu equipo falla:
- La voz suena demasiado brillante o metálica.
- Los snaps se vuelven estridentes o molestos.
- El grave invade el centro de la mezcla.
- La escena íntima desaparece: todo suena más “plano”.
Probar un equipo de sonido con música bien seleccionada es una de las formas más efectivas de entender realmente de qué es capaz. Cada una de estas canciones destaca algún aspecto clave de la reproducción: escena sonora, control del grave, claridad vocal, dinámica, separación instrumental o textura. Escucharlas de forma atenta te permitirá identificar con mucha más precisión qué hace bien tu sistema y en qué puntos puede mejorar o ajustarse.
No se trata solo de si suena “fuerte” o “bonito”, sino de cómo gestiona los detalles, cómo organiza el espacio y cómo responde a los pasajes complejos. Un buen equipo convierte estas pistas en experiencias envolventes, mientras que uno más limitado revela rápidamente sus carencias.
Si quieres sacar el máximo partido a tu sistema estéreo, dedica unos minutos a escuchar estas canciones con calma y compara tus sensaciones. Descubrirás matices que quizá pasaban desapercibidos y tendrás una referencia mucho más clara para evaluar cualquier cambio, actualización o ajuste en tu equipo.
